Ojalá la vida fuera siempre fácil, un pequeño gesto y ya sabes lo que el otro espera de ti. Pero nos pasamos el día enredados en mil malentendidos y nos alejamos muchas veces de la gente a la que queremos. Nos cuesta comunicar nuestros deseos y casi nos tenemos que sorprender de que las cosas, aunque a veces salgan como nosotros queremos. Igual la clave está en aprovechar las cosas según llegan, sabiendo que a veces es difícil superar el pasado; pero sabiendo también que la vida te suele dar más de una oportunidad. Aprovéchala y no la dejes escapar.

lunes, 11 de octubre de 2010

La gente ve lo que quiere ver, y no le interesa si es real o no. Se quedan con su mirada, con su prejuicio. Si te ven como una histérica, van a tratarte como una histérica, aunque en realidad quizás estés confundida. La mirada de los otros puede ser muy cruel a veces, y muy ciega. La mirada de los demás es todo, y los otros no te ven a vos, ven lo que piensan de vos. La mirada de los otros tiene sonido, voces, susurros. No se puede escapar a lo que ven de nosotros. Todo se trata de cómo nos ven y como vemos a los demás. Quedamos atrapados en esa mirada, inmóviles, fijados en lo que creemos que vemos, confiando más en nuestro prejuicio que en nuestros ojos. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero también que lo esencial es invisible a los ojos.




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