En la guerra, como en el amor, todo vale y siempre queda un perdedor. Normalmente, pierde el que quiere más.Hoy las penas, como la pasión
duran poco y dejan siempre un mal saboruna mezcla entre sal y limónexprimido en mi marchito corazón. Me olvidare de tu amor de garrafón.Olvidare de tus besos de judas,hoy voy a darle a mi pobre corazónunas capas de alguna pinturaque borre las humedadesque le han dejado tus recuerdos.

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